Fundación Telefónica realizó recientemente una sesión de formación para promover y reforzar la evaluación pedagógica y mejorar la atención que recibe el niño en situación de hospitalización, en el Encuentro Nacional de docentes Aulas Fundación Telefónica en Hospitales (AFTH). Al mismo tiempo los docentes pudieron presentar cada una de las experiencias educativas que aplicaron con los niños y jóvenes en las AFT de los centros hospitalarios.
Durante el taller, los educadores aprendieron las herramientas y las técnicas necesarias para hacer una evaluación diagnóstica de los pacientes, con el fin de planificar las distintas actividades educativas dirigidas a los niños, niñas y adolescentes hospitalizados.
Leida Uzcátegui, docente del Aula Fundación Telefónica del Hospital Militar en el área de Fundacardín presentó el proyecto “Educación socio afectiva”, una experiencia que surgió por las diferentes emociones que genera a los padres tener un hijo con salud disminuida. Mediante la evaluación diagnóstica que realizó la docente a cada niño y su representante se detectó que la mayoría tiene estados de ansiedad y angustia, ya sea porque requieren una intervención quirúrgica o porque tienen un diagnóstico y deben esperar la consulta médica de rutina.
A través del proyecto de Lérida, los padres de los niños hospitalizados lograron aprender técnicas de relajación-meditación, utilizando música suave para calmar las emociones negativas y la imaginación para evocar los lugares de preferencia y las personas queridas. Además identificaron y expresaron sus sentimientos a través de diversas actividades como “El diario y el collage de las emociones”.
Para Lérida Uzcátegui el objetivo de esta experiencia también consistió en brindarle apoyo al padre, que se siente preocupado y nervioso por su hijo en situación de hospitalización. “Las actividades realizadas ayudarán a los padres y representantes de los niños a identificar y reconocer sus puntos débiles para que los mejoren y puedan abordar al niño con más tranquilidad. Yo considero que las emociones son como una tierra sagrada; uno debe quitarse las sandalias para no contaminar, por eso creo que esta situación es muy difícil de abordar, porque uno no sabe cómo las personas canalizan las emociones”.
